domingo, 11 de julio de 2010

tú...

Y por un momento intento disimular mi sonrisa, pero fallo en el intento al darme cuenta de que solo consigo el efecto contrario.
Y empiezo a pensar como de la manera más rara del mundo, te fuiste abriendo hueco en mi vida, sin prisas, sin miedos, sin pensar en nada, y como te colaste en mi día a día, a pesar de estar “lejos”.
Y pienso en tus buenos días, y en tus buenas noches, en la complicidad, en los abrazos, en los mensajes a media tarde, en las frases sin sentido (aparentemente para los demás) y tan llenas de significados para mí, en los sueños, en las miradas que no aguanté y que tanto dijeron, y las palabras que no pude decirte, en los viajes que no realizaremos, y en los tratos que intentaremos cumplir, en los suspiros que me robaste, y en las ilusiones que creaste... y no puedo evitar sonreír aun más, y de nuevo, gracias a ti, a esa clandestina casualidad rara/diferente/especial, que marca esa pequeña diferencia tan importante.

sábado, 27 de febrero de 2010

Una historia preciosa...

La noche apenas había caído, cuando ella se encontraba atareada en su cocina. Y de repente, empezó a sonar esa canción, SU canción. Dejo todo lo que tenía entre manos, y subió el volumen. Habían pasado más de 10 años, y recordaba cada momento como si hubiesen sido antes de ayer. Y como si una tormenta de verano se tratase, miles de recuerdos empezaron a caer en ella. Recordó a la niña, a la niña que había sido en aquellos días, en que todo y todos eran secundarios, donde su único objetivo era estar con ÉL. Recordó la cantidad de días, que habían pasado allí, en su cama, desnudos, abrazados, donde empezaban a cantar esa canción, y él la mordía, ella se hacía la enfadada, y él la besaba hasta que a ella se le escapaba una sonrisa, y volvían a cantar. Y como allí, entre sus sabanas, entre sus brazos, entre sus besos… se hizo mujer. Llora, llora por qué lo necesita, por qué quiere volver a ser esa niña, entre sus brazos, con sus miles de sueños por cumplir a su lado, y él no esta, él se fue, y sus sueños, su alegría y la niña que nunca debió perder, se fueron con él. Recuerda aquella noche, aquella noche en que ella se fue, en que forzó todo para que él volviera, para que él reaccionara, y él una vez más, por miedo o cobardía, no hizo nada. Y una voz, la saca de sus pensamientos.
- Cariño, ¿estás bien?
- Si, no te preocupes, son las cebollas.
- Ah vale vale, me habías asustado.
Se va, y sus lágrimas que por un momento había disimulado con una falsa sonrisa, vuelven a aparecer. Y se sienta mal, se siente mal por pensar en ÉL, por qué ese hombre es una buena persona, y siempre la ha cuidado… pero nunca, nunca podrá amarlo, por qué ella ya le ama a ÉL, y eso nadie puede cambiarlo. Y se pregunta si ÉL la seguirá amando, pero se siente estúpida y quita esa idea de su cabeza.
Pero ella no sabe, que en el mismo momento, alguien, a unas cuantas calles más lejos, está apunto de escuchar esa misma canción.
Él la miraba, mientras ella dormía plácidamente. Es muy guapa, que pena que no me acuerde de su nombre… pensaba él. Pone la radio, y empieza a escuchar esa melodía. La apaga corriendo, pero ya es tarde. Intenta con todas sus fuerzas, hacer como si no hubiera pasado, como si no hubiera escuchado esa maldita melodía, pero le es imposible, y vencido vuelve a poner la radio. Sonríe, sonríe al recordar la cantidad de trastadas que había llegado a hacer por aquella niña, que apareció de la nada, y le devolvió o quizás le dio una felicidad que creía inexistente. Sonríe aún más, tanto que hasta le brillan los ojos, y se da cuenta la cantidad de años que había sido incapaz de sonreír de verdad. La sin nombre se remueve, y él sale por un momento de sus pensamientos. Bueno, no ha estado mal, piensa mientras la mira, pero ella… y no puede evitar, acordarse como ella conseguía todo lo que quería de él, solo con darle el beso adecuado. Recuerda aquella vez, que se encontraron después de tanto tiempo, como ella le había comido con los ojos, y el se dejo hacer. Ni siquiera en su vocabulario “tan culto”, como decía ella, podría encontrar la palabra adecuada para describir esos momentos. Piensa en ella, en que estará haciendo en ese mismo instante, y se la imagina feliz, en una casa con jardín como la que había imaginado tantas veces, con un marido ejemplar, y una niña preciosa con su mirada, y su pelo rubio, y sus… y como si de un tsunami se tratará, siente como algo dentro de él se ha inundado y se ha movido. Llevaba tanto tiempo bloqueando sus recuerdos, sus sentimientos, su pasado,… que si no fuese por qué seguía vivo, él estaría seguro de que su corazón ya no latía. Lo que él no sabía, es que hay mucha diferencia entre seguir vivo, y VIVIR. Y que el destino, esta a su favor, y que tal vez pueda recuperar aquello que le hizo vivir una vez, pero para eso, debía dejar a un lado, su miedo y su cobardía, y empezar a luchar por ÉL, por ELLA, por NOSOTROS.

viernes, 26 de febrero de 2010

Lo PoCo QuE sE dE lA vIDa...

Lo poco que sé de la vida está en los libros que nunca leo. Lo poco que sé de la vida está en las líneas que no escribí. Lo poco que sé de la vida se cuenta tomando un café, se entiende tomando una copa y se olvida tomando dos.
Que nadie se me emocione ni albergue falsas esperanzas, porque con lo poco que sé de la vida, a duras penas se llena un corazón, por pequeño que sea.
Empiezo por lo que sé con toda seguridad. Sé que, con suerte, te vas a morir una vez. Así que procura no morirte más veces por el camino. No hay nada peor que esa gente que se va muriendo antes de morirse del todo[...]
Ten siempre más proyectos que recuerdos, es la única manera que conozco de mantenerse joven. Olvídate de la patraña de ser feliz, ya te puedes dar con un canto en los dientes si llegas a ser el único dueño de tus propias expectativas[...]
Entre lo poco que sé de la vida, también te diré que nada de todo esto vale la pena sin alguien que te haga ser incoherente. Ni flores, ni velas, ni luz de luna. Ese es el verdadero romanticismo. Alguien que llegue, te empuje a hacer cosas de las que jamás te creíste capaz y que arrase de un plumazo con tus principios, tus valores, tus yo nunca, tus yo qué va.
Ojalá ames mucho y muy bueno, incluso a riesgo de ser correspondido. Que te despojen de todo, que hagan jirones de tus ganas y que te veas obligado a remendarlas con el hilo de cualquier otra ilusión. Que desees y seas deseado, que se fustren todas tus esperanzas y que acabes descubriendo que la única forma de recobrar el primer amor, que es el propio, es en brazos ajenos.
Dos emociones inútiles asociadas al pasado, arrepentiemiento y culpa, y una emoción inútil asociada al futuro, la preocupación: cuanto antes te desprendas de las tres, antes empezarás a apreciar lo único que tienes.
Qué más.... ¡Ah sí! Sé que al menos un amigo te va a traicionar, otro será traicionado por tí, y que te pongas como te pongas, los que no hayas hecho antes de los 30, ya jamás pasarán de buenos conocidos. Cuenta sólo con los tres principales, porque a partir de ahí, todo es mentira.
Para terminar, y hablando del tema, déjame que te presente a tu mejor enemigo. Se llama miedo. Quédate con su cara, porque va a estar jodiéndote de ahora en adelante. Miedo al fracaso. Miedo al qué dirán. Miedo a perder lo que tienes. Miedo a conseguirlo. Miedo a saber poco de la vida. Miedo a tener razón[...]

sábado, 13 de febrero de 2010

El MiEdO

A veces cuesta, pero cuando empiezas lo único que tienes que hacer es seguir, sin dudar. Y de repente te das cuenta de que el miedo ya no te pertenece, ha desaparecido. Como esa ropa que un día dejas de usar.

http://www.youtube.com/watch?v=4_1qLN1suOM